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Prevenir el desgaste: prolonga la vida de tu calzado de trabajo

El calzado de trabajo es una inversión en bienestar para cualquier profesional que pasa largas horas trabajando de pie o realizando esfuerzos físicos. Aun así, muchas veces no se le presta la atención necesaria hasta que ya es demasiado tarde. Sin embargo, con unos pequeños cuidados se puede extender la vida útil de tus zapatos para una mayor comodidad laboral. 

Como tienda de calzado de trabajo, desde Feliz Caminar, queremos darte los mejores consejos para mantener tu calzado en buen estado. ¡No te lo pierdas! 

Beneficios de un calzado bien cuidado 

 Cuidar adecuadamente tu calzado de trabajo te ofrece beneficios en términos de durabilidad, comodidad y seguridad. 

Estos son los principales beneficios:  

  • Mayor durabilidad: unas zapatillas bien cuidadas duran mucho más tiempo, lo que reduce la frecuencia de reemplazos y el costo asociado. 
  • Comodidad: tener las suelas y las plantillas en buen estado, hace que mantengan su forma. 
  • Seguridad: un calzado sin desgaste ofrece mejor soporte, y reduce el riesgo de resbalones, caídas y otras lesiones laborales. 
  • Higiene personal: los zapatos limpios evitan la acumulación de bacterias y olores desagradables en los pies. 
  • Imagen profesional: proyecta una imagen profesional y demuestra que te tomas en serio tanto tu trabajo como tu apariencia. 

Problemas comunes por el desgaste del calzado 

 El desgaste del calzado de trabajo lleva a una serie de problemas que afectan tanto a la comodidad como a la seguridad del usuario y su salud podológica.  

Uno de los primeros signos del desgaste es la pérdida de amortiguación. Con el tiempo, las suelas de los zapatos pierden su capacidad de absorber impactos, lo que puede provocar dolor en los pies y problemas en las articulaciones. 

 Otro problema importante es la reducción de la tracción. Un desgaste considerable en la suela disminuye la adherencia y aumenta el riesgo de resbalones, sobre todo en entornos de trabajo peligrosos. Asimismo, si el calzado es resistente al agua, el desgaste disminuye esta propiedad. 

También, un calzado deteriorado acumula más fácilmente suciedad, que causa problemas de higiene, como infecciones y malos olores. 

Consejos para prevenir el desgaste del calzado 

 Para evitar los problemas asociados al desgaste, debemos tener en cuenta una serie de prácticas recomendadas: 

  1. Comprar calzado de calidad: invertir en zapatillas de seguridad de alta calidad desde el principio marca la diferencia en el rendimiento a largo plazo. Busca productos de marcas con buenas valoraciones. 
  1. Rotación del calzado: si es posible, alterna entre dos o más pares de calzado de trabajo. Esto permite que cada par tenga tiempo para recuperarse. 
  1. Limpieza regular: mantén tu calzado limpio. Retira la suciedad y el polvo después de cada jornada laboral. Usa un cepillo suave y un paño húmedo para limpiar la superficie. 
  1. Ten en cuenta el material: si tus zapatos son de cuero u otros materiales naturales, usa productos específicos para acondicionarlos. Esto mantiene las propiedades del material. 
  1. Reemplaza las plantillas: las plantillas se suelen desgastar más rápidamente que el resto del zapato. Cámbialas regularmente para mejorar la comodidad. 
  1. Reparaciones pequeñas: no ignores los pequeños problemas. Si notas que una costura se ha soltado o que una parte de la suela se despega, lleva el calzado a un zapatero. 
  1. Uso de protectores: en entornos duros de trabajo, considera el uso de protectores adicionales. 
  1. Almacenamiento correcto: guarda tus zapatos en un lugar fresco y seco cuando no los uses. Evita dejarlos expuestos a la luz directa del sol o en lugares húmedos, ya que esto acelera el deterioro de los materiales. 

Cuál es el momento de reemplazar el calzado de trabajo 

 Incluso con los mejores cuidados, llegará el momento en que tu calzado de trabajo cómodo ya no podrá cumplir su función adecuadamente. 

El desgaste visible en la suela es uno de los primeros indicadores que es hora de adquirir un nuevo par de zapatillas. Si ha adelgazado, perdido su tracción o muestra signos de separación, es una señal clara de que las zapatillas ya no pueden proporcionar la protección necesaria. 

Otro factor importante es la pérdida de soporte interno. Con el tiempo, el acolchado y el soporte de los zapatos se deterioran, lo que se traduce en incomodidad. Si sientes que tus zapatos ya no proporcionan el mismo nivel de amortiguación, es una señal de que están en el final de su vida útil. 

 Por último, si tu entorno laboral cambia y ahora requiere un tipo diferente de calzado, es momento de considerar un nuevo par que se ajuste mejor a las nuevas necesidades. 

Consideraciones al comprar un nuevo par 

 Cuando llega el momento de comprar nuevo calzado de trabajo para hombre o mujer, ten en cuenta lo siguiente:  

  • Tipo de trabajo: asegúrate de que tu elección esté diseñada para las condiciones a las que estarás expuesto. 
  • Comodidad: el calzado debe ser cómodo desde el primer momento. No esperes que se amolden con el uso. 
  • Protección: verifica que los zapatos ofrezcan la protección necesaria para tu entorno laboral. 

 El cuidado y mantenimiento adecuado es necesario para prolongar la vida útil del calzado. Sigue los consejos mencionados y estate atento a las señales de desgaste. 

 ¿Necesitas asesoramiento para elegir el mejor calzado para tus necesidades? Nuestro equipo está aquí para ayudarte. ¡Ponte en contacto con Feliz Caminar! 

 

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